No sé qué les parecerá a ustedes. Pero cada vez que me toca fotografiar a una gaviota, espero ansioso ver los resultados al regresar a mi casa.
Me resulta extremadamente dulce la expresión de sus rostros. Delicada, sutil y con una belleza tan simple como especial.
Esta Gaviota Capucho Gris, decidió pegar la vuelta hacia mí, llegando directamente a mi corazón ¿Habrá llegado al de ustedes?
Dulce belleza
Por Ignacio Larre
A mi corazón ya llegó. Hermosa imagen!
Muchas gracias Lucía!! Las gaviotas tienen una mirada tan delicada y dulce, que al menos a mí me dejan siempre fascinado. Te agradezco mucho que me hayas dejado tu mensaje y me acompañes en este camino por el mundo de la fotografía y las letras, que tanto me apasiona. Un beso grande y seguimos en contacto!