Todos la buscamos desde jóvenes. La erguimos como estandarte y la anhelamos cuando nos falta.
Finalmente, cuando la conseguimos y nos damos cuenta de lo que trae consigo, llegamos por momentos a odiarla.
Pero en realidad, todas las grandes cosas que alcanzamos son gracias a esa gran palabra, llena tanto de oportunidades como amenazas, de logros y a su vez responsabilidades.
Aunque a veces nos haga sentir a la deriva, nos llevará siempre a buen puerto y valdrá la pena correr absolutamente todos sus riesgos.
No importa dónde nos lleve, subámonos a nuestra Independencia.
Independencia
Por Ignacio Larre
Cuando cumplí 21 años en casa dije: «Ahora, me mando sola porque ya soy mayor de edad. Y alguien me respondió: «Mientras vivas en esta casa, harás lo que yo te diga». Lógicamente, me puse muy mal y respondí a mi modo…
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Lucía, gracias por compartir una experiencia tan personal y sentida. Agradezco tus palabras y quedate tranquila que tu correo electrónico no se hace público. Un beso grande!