Siendo niño uno creía que era capaz de todo. Con solo cerrar los ojos ya era suficiente para ingresar en ese mundo de sueños en donde absolutamente todo era posible.
Quién no soñó con ser astronauta, superhéroe, presidente, el mejor de los futbolistas o tal vez aquella persona capaz de cambiar el mundo.
La vida fue pasando al mismo tiempo que nuestra verdadera realidad se fue formando. Y si bien muchos de esos sueños se transformaron en imposibles, creo que la decepción llega en el momento en que nos damos cuenta que fuimos perdiendo esa capacidad de soñar.
Espero que esta canción sirva para que recordemos que siempre podremos acercarnos a aquella felicidad. Tan solo debemos animarnos a reencontrarnos con el niño que todos llevamos dentro y siempre estará dispuesto a seguir soñando.
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Un fuerte abrazo
Retazos de mi niñez – Canción propia
Por Ignacio Larre