Fiel amigo y compañero,
suave caricia del alma,
en tu mirada resumes
todo el amor que te abarca.
Mucho más que dar tu tiempo,
cada instante das tu vida,
estando en ese lugar
donde curas mis heridas.
Sabes tú, mejor que nadie
si la tristeza me agobia
y me vienes a buscar
poniendo luz a mis sombras.
Te acurrucas a mi lado,
en silencio me haces mimos
y sin pedir nada a cambio,
solo te quedas conmigo.
Tanta gente me ha fallado,
tantas cosas me han dolido,
sin embargo, has sido tú,
quién siempre me ha contenido.
Me hablas con más palabras
de las que puedan decirse,
me abrazas más que la piel,
mis más profundas raíces.
Tus años vencen primero,
por todo lo que te entregas,
por hacer de cada día
una nueva primavera.
Hoy quiero darte las gracias,
que descanses en mi aliento,
hacer de mi fuerza la tuya
y de tu historia, mi tiempo.
Mirarte con tu mirada,
hablarte muy desde adentro
y que dormido en mis brazos
escribas tu propio sueño.
Mi fiel amigo
Va dedicado a aquellas mascotas, que con tanto amor nos acompañan día a día, haciendo del silencio una caricia, de la soledad un absurdo disparate y de la vida una hermosa sonrisa.
Por Ignacio Larre
Recién termino de leer el poema dedicado a tu mejor amigo, tu perro. Me sentí completamente identificada con lo expresado. También fue el gran consuelo de mí alma mí perrita ovejera en un momento de mí vida en el que me desbordó la tristeza. Fascinada por tu trabajo, Ignacio.
Muchas gracias Lu. Las mascotas únicamente saben una cosa: dar cariño. Gracias por contarme sobre tu perrita y esos momentos de tu vida en que tanto te acompañó. Soy un ferviente admirador de la naturaleza. Cada uno de sus detalles, hasta en sus aspectos más simples, viene dotado de una fantástica maravilla. Tenemos, sin dudas, que aprender mucho de ella, y de todo lo que tenemos alrededor, a nuestro alcance para ser felices. Te agradezco enormemente tus hermosas palabras. Me llena de alegría saber que te gusta todo esto, que realizo con tanto cariño. Estamos en contacto! Un beso grande y que tengas un bonito día.