Es incierto. Abrumador. No se puede ver más allá de unos escasos metros por delante. No es suficiente.
Tal vez sea mejor quedarse estático en este preciso momento y lugar. Detenerse. No arriesgarse. Quizás no valga la pena intentarlo nuevamente. Al fin y al cabo nada asegura el éxito, pero un error marcaría una nueva y dolorosa frustración.
Pero… ¿Y si es éste el camino? Aquel que siempre soñamos y por un motivo u otro se nos hizo esquivo. ¿Y si detrás de la niebla se encuentra la llave que abrirá todas las puertas?
Todo en la vida son decisiones. Avanzar o quedarse aquí.
Yo decido avanzar. ¿Y tú, qué elegís?
¿Será éste el camino?
Por Ignacio Larre